domingo, 21 de noviembre de 2010

Restauración de la Montesa Rápita 250 Automix

En realidad, ésta fue mi primera restauración completa. Anteriormente únicamente había desmontado diferentes componentes de la Impala 2 y de la Cota 304 para pintar, pulir, cromar, etc, pero sin desmontar completamente la moto.

En el caso de la Rápita, quería desmontarla y partir desde cero, ya que aunque estaba bastante completa y funcionaba,  estaba bastante castigada por el paso de los años.




En el post anterior sobre la Rápita ya expliqué lo complicado que fue conseguir ésta moto, pero de lo que no tenía ni idea era de que conseguir recambio para éste modelo iba a ser aún más complicado.

Hay que decir, que aunque la Rápita comparte muchos elementos de motor y parte ciclo con las Enduro y Cappras, muchos otros componentes eran específicos para éste modelo y su hermana la King Scorpion Automix. Además la cosa se complica porque de la Rápita únicamente se fabricaron 600 unidades que en su gran mayoria se vendieron en Estados Unidos. La razón principal, su elevado precio para el mercado nacional.

Primero hize una lista de piezas, y después de encontrar bastantes de ellas en diferentes mercadillos (fuelles suspensión, pequeñas gomas, muelles, discos de embrague, juntas,  tapón combustible, retenes, cojinetes, mordazas, bombillas de 6V...). Pagué la novatada por desconocimiento de éste "sector", pero ya tenía una caja con piezas nuevas, podía empezar a desmontar la moto, y la lista de pendientes se había reducido considerablemente.

"Sólo" me faltaban: Escape completo, Calcas, intermitentes, piloto, faro, guardabarros, estriberas traseras, asiento, conducto del filtro de aire y protector de cadena.

Desmonté la moto, fotografié el proceso y llevé el bastidor y el motor a los profesionales correspondientes. El bastidor se tenía que decapar y pintar y el motor necesitaba rectificado, pistón, cojinetes y retenes nuevos. Llevé también unas cuantas piezas a cromar y a pulir y me concentré en la horquilla y en continuar buscando las piezas que faltaban.

La horquilla no tuvo ninguna complicación y alguno de los componentes de la lista se iban solucionando gracias a algunos amigos y conocidos del mundillo de las clásicas y no tan clásicas...del mundillo de la moto, vamos!.


Xavier Arenas, propietario de Comercial Impala me llamó un día para decirme que en una estantería había encontrado un asiento original nuevo a estrenar y que me lo reservaba. No sólo me lo reservó, además me cobró el precio en pesetas que aún estaba marcado en la etiqueta aunque convertido a euros...Un detallazo.

El guardabarros trasero lo conseguí en Auto-Retro. Original de la época sin estrenar y a un precio buenísimo (creo que fueron 50€). El delantero refabricado lo tenía Espósito. Los intermitentes originales Lucas y una copia china (que son los que llevo montados por lo bruto que soy yo y lo fáciles de romper que son) los conseguí en e-bay, y buscando por internet, poco a poco fueron apareciendo algunos componentes más...estriberas, protector de cadena (refabricado), piloto Goneli y conducto del filtro de aire.



Ahora los pendientes se limitaban al Escape, Calcas y Faro delantero.

El escape fue toda una odisea. Como tenía el original pero con un silencioso enorme y horrible soldado, me recomendaron a un hombre en Sant Adrià que me lo podía reconstruir. Me lo devolvió al cabo de 3 meses y el aspecto era bastante bueno, así que le pagué y guardé el escape para cuando empezase el montaje. En aquella época nacieron mis dos hijos menores (y ya tenía una niña de 2 años), así que la Rápita y las motos, y, y, y ....quedaron aparcados indefinidamente. Pasaron casi dos años hasta que pude empezar de nuevo a dedicar algo de tiempo a la moto, y como tenía todo lo básico, pues la monté con la intención de arrancarla y confirmar que el motor estaba bien hecho y que el escape se acoplaba y sonaba bien.

El motor perfecto, pero el escape aunque se adaptó sin problemas hacía un ruido de mil demonios. Mi buen amigo Ramón Valls me comentó que estaba seguro de que le faltaba todo el sistema interno del silencioso. El lo recordaba perfectamente y hasta me hizo unos planos. Debía llevar una serie de pletinas redondas agujereadas y un sistema de tubos en la curva anterior al silencioso, además de planchas de rejilla y fibra en la "panza"...y además habían utilizado una plancha de muy poco espesor..
Llamé al "artista" pero su mujer me dijo que había fallecido hacía un año...Estuve a punto de enviar una reclamación al cielo a través del párroco del pueblo, pero luego pensé que aquel "angelito" seguramente no estaría allí...

Con los planos de Ramón y el escape me fui a ver a Jaume Puig "TAVI" y después de un par de meses me entregó el escape al que le había incorporado el sistema proyectado por Ramón. El resultado fue algo mejor pero la moto seguía sonando a Cappra. Empezaba a desesperarme cuando mis amigos Joan y Jordi Martí de Lloret (propietarios entre otras joyas de una Rápita y una King Scorpion Automix preciosas), me comentaron que tenían un escape original en bastante buen estado, pero que no me lo podían vender porque yo era su amigo...así que me propusieron una "cesión indefinida" hasta que encontrase otro escape. Y éste es el escape que llevo...sólo tuve que cromarle el codo y pintar el resto con anticalórica.

El resto de piezas complicadas se fueron solucionando gracias a otros amigos. La banda dorada del depósito me la consiguió Joan Vidal de Parets a partir de unas originales de King Scorpion Automix que tenía. Para las calcas laterales, escaneamosPhotoshop, y mi primo que tiene una empresa de artes gráficas me hizo los adhesivos. Los llevé a mis amigos de Z&R y les incorporaron la resina. 


 En cuanto al faro, finalmente conseguí un original Lucas en Estados Unidos, y además venía acompañado de toda la instalación eléctrica de la moto (que para el que no lo sepa es una de las más complejas que existen). El faro estaba bastante mal, así que provisionalmente le adapté un faro y cerquillo Faesa (que es lo que hacía la gente en la época cuando rompían el original y carísimo Lucas). Ahora, después de dos años, me he decidido a desmontar la pantalla Lucas y llevarla a Cromar (con plata), el cerquillo también está en el cromador, o sea que un día de éstos volverán a dar luz en una Rápita.


 






 Desde que acabé la moto ahora hará 3 añitos debo haber hecho unos 3000 kmts con ella. Me bajo de vez en cuando a las reuniones del Motoclub Impala con ella, la llevo a la Montesada y me doy alguna vuelta con ella por las reviradas carreteras de Corbera. Es una moto divertidísima de conducir. Se aguanta de miedo - y más con los nuevos Metzeler que le he montado-, es rapidísima y frena bastante bien. También hay que decir que vibra muchísimo - de momento aún no me ha saltado ningún empaste, pero ya he perdido 3 pilotos traseros que acaban agrietados por la rosca de plástico- y que el carburador Bing es bastante problemático, pero es una moto tan especial que éstos pequeños detalles no tienen más importancia.



 Tardé 30 años en tenerla pero la espera valió la pena...

4 comentarios:

  1. Jaume, com tens tanta paciència per publicar tot aixó, a part de memória.
    Segueix, segueix !! De veritat que son molt agradables de llegir i el millor la naturalitat de com expliques les vivències.
    Per cert, les primeres fotos em costa una mica d'obrir-les, pot ser el meu ordinador ??
    Una abraçada, fins dilluns si baixes.
    Enric P.

    ResponderEliminar
  2. Si et dic la veritat em relaxa...i saber que els amics i col·legues els llegeixen és un "plus"...i si a més us agraden ja és "TOTAL"!!!
    El tema de les fotos, potser perquè algunes pesen massa...o és que encara utilitzes el "Commodore 64"???

    ResponderEliminar
  3. Et felicito pel trevall que has fet, va quedant guapissima, ho aniré seguint a vere com evoluciona.

    ResponderEliminar
  4. Gràcies Pepo...de fet ja està acbada i circulant de tant en tant.
    Potser no tant com m'agradaría per manca de temps i perquè no em fa gràcia deixar-la aparcada a Barcelona...massa robatoris !

    ResponderEliminar